Pesadilla en Elm Street se estreno en 1984, dirigida por Wes Craven y protagonizada por Heather Langenkamp, John Saxon y Johnny Depp, en el que era su primer papel cinematográfico.
Pesadilla en Elm Street seria la primera aparición en cine del mítico psicópata del cine de terror adolescente de los años 1980, Freddy Krueger, interpretado por Robert Englund, quién dio vida al personaje en otras siete secuelas más, una teleserie y la película Freddy Contra Jason, en la cual se juntaban dos de las mayores franquicias del cine de terror Pesadilla en Elm Street y Viernes 13.
La película fue un éxito de crítica, revitalizando el género "slasher", ya muy desgastado en la época, y uno de los sleeper hits de 1984, recaudando casi 26 millones de dólares en taquilla con un coste de producción inferior a dos millones, salvando a la New Line de la quiebra.
Su enorme rentabilidad se tradujo en una larga franquicia de secuelas igualmente taquilleras, las cuales encumbraron a Freddy Krueger en todo un símbolo de la década. A diferencia de las subsecuentes entregas, que potenciaron el humor negro del personaje convirtiéndolo en un payaso de circo, en ésta Krueger combina a la perfección el humor negro sin perder la seriedad de un asesino implacable y muy peligroso, que disfruta haciendo sufrir a sus víctimas. Ello dotó a la película de una sensación de angustia muy notable.
Un grupo de adolescentes se encuentran con un asesino en sus sueños. Esta persona, cuyo rostro está completamente quemado, y en su mano lleva un guante que en vez de dedos tiene cuchillas, está dispuesto a cumplir su venganza desde el más allá, campando a sus anchas por la vida onírica de sus víctimas, sólo que el daño que puede hacerles es sumamente real.
Así pues, Nancy, la protagonista, tiene que apañárselas para no quedarse dormida, o bien, inventar alguna argucia mediante la cual eliminar el peligro.
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